GRUPO ALFARERO U47

experiencia del Grupo Alfarero, nacido en el año 2009, en la Unidad 47 del Penal de San Martin.

Estamos realizando juntos, tazas y fuentes para entregar en hogares y comedores.


martes, 18 de mayo de 2010

tu esfuerzo, el mío y el de todos,
es en vano si continúa el desmonte

Hojita de Tala . KM 25 . Santiago del Estero

lunes, 26 de octubre de 2009

A QUE JUGAMOS?

Fragmentos de conferencia  pronunciada por el Dr. Claudio Rud, en Islas Baleares, en Noviembre de 2004 en el marco del Congreso de Educación: “Diálogos entre la Educación Formal y No Formal”
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¿A QUE JUGAMOS? ANTECEDENTES Y COINCIDENCIAS
En los últimos tiempos viene siendo una preocupación creciente para mí, movido por los sucesos que están ocurriendo en el mundo y en especial en mi país, el maltrato, abuso, y asesinato de niños.
Una semana antes de que en Argentina sucediera lo que luego se llamó la Colombine argentina, comencé a escribir un artículo que reflejara mi preocupación, al que llamé: Alerta especie en peligro de extinción. Confieso que cuando sucedió lo que sucedió, quedé hondamente conmovido y paralizado por este sentir anticipatorio.
Por esa misma época un consultante trajo a la sesión un viejo libro que él había terminado de releer, se trataba de Hommo Ludens, del escritor holandés Johan Huizinga. Fue muy agradable reencontrarme con ese texto, en especial, con un fragmento que luego comenté con mis compañeros de Casabierta. Simultáneamente comencé la lectura de Las Manchas del Leopardo, del biólogo Brian Goodwin, quien plantea una alternativa a la teoría darwiniana, en la cual lo importante en los procesos biológicos es el orden relacional entre los componentes de manera que las cualidades emergentes predominan sobre las cantidades. Y agrega: “somos tan cooperativos como competitivos, tan altruistas como egoístas, tan creativos y lúdicos, como destructivos y repetitivos “. Grande fue mi asombro, cuando hacia el final del libro, me encontré que el autor cita textual, el mismo fragmento que compartí con mis compañeros:
“el juego es más viejo que la cultura porque, pues por mucho que estrechemos el concepto de ésta, presupone siempre una sociedad humana, y los animales no han esperado a que el hombre les enseñara a jugar” ; “el juego es caótico, es impredecible, pero de él surge continuamente el orden”
Por eso es que quiero agradecer y no corregir el error de tipéo de la comunicación que me llego vía mail invitándome a este prestigioso congreso, porque contribuye a dar fundamento a lo que hoy quiero exponer a ustedes:

La educación tiene una función social de transmisión de valores, de socialización, de convivencia, de adquisición de hábitos y conductos y, en resumidas cuentas de garantizar un modelo social y cultural para el futuro.

Espero que a lo largo de mi exposición quede claro lo que para mi es el peligro que supone entubar a los seres humanos, colocarlos en conductos y diagnosticarlos con un veredicto inapelable y único de cómo se debe aprender o como se debe curar, que no hace lugar a la singularidad y a lo diferente, creando un modelo relacional donde lo pequeño, lo que crece, la diferencia, tiene que desaparecer a cualquier precio (recuerdo un fragmento de la película The Wall donde los educandos aparecen como una serie donde todos son idénticos).
Es por esto que agradezco lo que aprendí del error, porque en este caso para mí operó como productor de un sentido nuevo, propiciando la creación, la novedad, justamente en una conferencia acerca de la educación y sus formas.

A QUE JUGAMOS
De modo que el título de esta conferencia es ¿A QUÉ JUGAMOS?
¿A qué jugamos? es la pregunta que se hacen los chicos cuando se reúnen en busca de alguna diversión, la pregunta que le formula iracundo ante una situación que no comparte, un marido a su esposa o una novia a su novio, un socio al otro, un cliente al vendedor, un pueblo a sus gobernantes; también puede ser la que, apasionadamente, pregunta el amante a su enamorada, incluso es la que desde un profundo interés y respeto formula un docente a sus discípulos o un terapeuta a su consultante.
Esta pregunta puede entenderse o bien como una mera procura de entretenimiento o distracción o bien como el intento de ahondar en la búsqueda de una salida creativa, una manera de acceder a la comprensión de una situación confusa y hasta paradójica.
(.........)

EDUCACION FORMAL Y NO FORMAL
..... la educación formal, es un juego que pretende en principio, ser único, tener un formato inamovible, fijo, universal, cristalizado como si hubiera una esencia del aprendizaje que requiere de leyes regidas por la razón y sólo por ella, separándola de los afectos. Este juego se rompe cuando aparecen los “trastornos de aprendizaje” y es porque las emociones que son móviles, que son mutantes, que están vivas no respetan el juego de la fijeza y por lo tanto: “interrumpen” el aprendizaje.

MOMENTO LÍMITE

A lo largo de la historia los hombres hemos reiterado esta frase apocalíptica: estamos en un momento límite para la humanidad.
Esta frase cobra toda su fuerza para mi hoy, por eso hay un tono angustioso en la pregunta ¿a qué jugamos? ante la evidencia de lo que está sucediendo con nuestros niños. Desde los artículos aparecidos en el diario El País, que leímos en el avión viniendo desde Madrid a Mallorca, acerca de los inocentes verdugos, hasta la matanza organizada por los terroristas y los antiterroristas recientemente en un colegio en Rusia; los miles de chicos desnutridos en nuestros países; los crímenes de niños en Latinoamérica argumentando que terminar con el resentimiento, es terminar con ellos; el aumento de la pornografía y la delincuencia infantil, de las situaciones de abuso sexual, o de ese sutil abuso al que, con la “leche templada y en cada canción” sometemos a veces a nuestros hijos. El brutal incremento en el consumo de alcohol y de drogas; la matanza entre chicos en las escuelas, y los suicidios cada vez más comunes.
Algo igualmente grave sucede en los llamados países centrales: el extraño fenómeno de la fuerte disminución de la tasa de natalidad.
Es evidente que una respuesta posible a esta pregunta, es que estamos jugando el juego en el que los grandes están aplastando a los chicos, sin que nos percatemos que como humanidad, estamos procediendo a la eliminación de nuestra especie, es decir de nosotros mismos, como signo de una estupidez suicida .
(...)Es por esto que agrego como subtítulo a esta ponencia ALERTA ESPECIE EN PELIGRO DE EXTINCION.

EN LA SALUD MENTAL
(....) A continuación, sin pretender hacer un estudio académico acerca de la dudosa etiología de estas enfermedades, me gustaría hacer un aporte, ofreciendo otra mirada, la del registro cotidiano del dolor de las personas que recibo en mi consultorio.
Los trastornos de pánico aparecen como una manifestación del ahogo y la exigencia del mundo moderno.
Los trastornos de la alimentación, como una de las formas de manifestación de lo que hemos llamado la exiliofobia. Esta es una enfermedad inventada por nosotros referida al terror pánico a quedarse afuera.
La depresión, como manifestación de la intolerancia de nuestra cultura al dolor, a la tristeza, al duelo inevitable y a la vivencia de sin sentido de la vida.
La eyaculación precoz, por la sensación general de que no hay tiempo que perder, ni siquiera para el placer; esto genera la disfunción y entonces aparece la ansiedad generalizada.
Los rituales obsesivos y las compulsiones, como forma de controlar lo incontrolable, de ordenar aunque sea artificialmente el mundo viviente que se agita y se conmueve caóticamente, porque aun no ha encontrado su equilibrio.
Las llamadas patologías de la infancia autismos, ADD, imposibilidad de esperar o postergar, la enuresis, que en la mayoría de los casos son una expresión de la imposibilidad de los mayores de respetar sus tiempos, sus necesidades, sus ritmos. El modo más usual de relación que se establece entre padres e hijos es el caracterizado por la cultura del zapping, de la imposibilidad de permanecer, de estar presentes.
Como hombres de Occidente “debemos tener”, si es que deseamos pertenecer al mundo del éxito y del “progreso”.
Frente a estas supuestas patologías, a esta emergencia del miedo a la pérdida del control, de la fortuna, de los privilegios, del tiempo, de las oportunidades, a la exigencia por producir para luego consumir, el recurso que se nos ofrece para contrarrestarlas es del mismo carácter que aquello que las provoca. Y entonces producimos y consumimos psicofármacos que van desde los alprazolanes pasando por los clonazepanes, hasta los antipsicoticos atípicos y las más variadas formas de IRSS. En el campo de la psicoterapia también existen los procedimientos de moda que buscan reingresar a los sujetos con la mayor celeridad, a la supuesta normalidad, es decir al campo de producción-consumo. Los terapeutas respondemos con la misma urgencia y el mismo pánico de quedarnos afuera, tratando de encontrar los modos más rápidos para que quien nos consulta consiga controlarse, y se vaya para arriba donde está el éxito y por lo tanto, conseguir nuestro propio éxito: pertenecer a la empresa multinacional que propicia tratamientos manualizados para bajar sus costos, sin considerar en absoluto nuestra condición humana. (Jugando a que no somos humanos, ni ellos ni nosotros).

LO PEQUEÑO DE NUESTRO APORTE

El aporte tanto desde lo conceptual como desde la práctica (social, terapéutica, política, familiar, educativa) que se constituye desde nuestro modo de considerar la realidad interhumana, es pequeño en relación a las grandes propuestas establecidas por las corrientes hegemónicas y dominantes. Sabemos que nuestra presencia en el mundo psi es bastante reducida, somos indudablemente una minoría dentro de una mayoría donde abundan y se multiplican modelos que prometen la salvación, la curación casi inmediata, el éxito asegurado, el aprendizaje garantizado.
No obstante en el mundo humano seguimos percibiendo una creciente insatisfacción e incertidumbre que se patentiza en las epidemias de nuestro tiempo que ya he mencionado. Afortunadamente esta insatisfacción también se ve en el campo de la producción de las ciencias humanas, inclusive en las ciencias duras.

LA TRANSFORMACIÓN: EL JUEGO ENTRE CAOS Y COSMOS
(...) Las reglas del juego que proponemos tienen que ver con este fluir de la vida, cuya regla es la transformación, a diferencia del juego dominante cuya regla es la noción de progreso, en relación a una medida patrón, única y canonizada, que da lugar a juzgar lo que está dentro y lo que esta fuera de la medida. Nos dice Saint Exupery “la vida crea el orden, pero el orden no crea la vida”.
Juzgar, supone una ley, en cambio jugar supone la constitución de reglas singulares que permiten asistir a la transformación. Las reglas de este otro juego son las redes, el contacto interhumano, los encuentros, la regla de oro por así llamarla consiste en permanecer plenamente, en estar ahí. 
(...) Propongo que juguemos a otro juego, el juego infantil, el juego que acepta el caos como un principio de creación y de orden. El juego que articula lo dionisiaco junto a lo apolíneo porque esto implica otra manera de enseñar y otra manera de aprender. El jugar no tiene otra intención que el jugar mismo, en esto se parece a la contemplación activa, que no tiene otra intención más allá del permanecer, haciendo lugar a la intensidad. Jugar es estar presente, estar ahí, siendo parte, jugándose. En este juego de palabras estoy tratando de referirme a lo que conceptualmente nombramos como la actitud de contemplación activa, que considera la creatividad como la expresión del caos creador a diferencia de la intervención pasiva.
(...)
Jugar un juego con otras reglas, nos abre a territorios nuevos, genera un campo de experiencia diferente y creador. Propongo que nos animemos a jugar esta posibilidad comenzando por restituirle a la realidad su carácter de juego y no de ley.
Suelo comentar en lo que hace a mi práctica como terapeuta que se puede acceder al encuentro con el otro desde una mirada “cartográfica” es decir con un mapa que nos permita identificar “accidentes geográficos” en él o bien de acceder al territorio del encuentro con otro, libres de mapas y animarnos a correr el riesgo de “perdernos”
(...)

LA FABULA DE LA CIGARRA Y LAS HORMIGAS

Para continuar con esta charla acerca del jugar quisiera leerles ahora la famosa fabula de Samaniego acerca de la cigarra y la hormiga, que por supuesto tiene una moraleja, como todas las fabulas que nos cuentan, con un mensaje muy claro acerca de cómo se debe vivir:
LA CIGARRA Y LA HORMIGA
Cantando la Cigarra
pasó el verano entero,
sin hacer provisiones
allá para el invierno;
los fríos la obligaron
a guardar el silencio
y a acogerse al abrigo
de su estrecho aposento.
Viose desproveída
del preciso sustento:
sin mosca, sin gusano,
sin trigo y sin centeno.
Habitaba la Hormiga
allí tabique en medio,
y con mil expresiones
de atención y respeto
le dijo: "Doña Hormiga,
pues que en vuestro granero
sobran las provisiones
para vuestro alimento,
prestad alguna cosa
con que viva este invierno
esta triste Cigarra,
que, alegre en otro tiempo,
nunca conoció el daño,
nunca supo temerlo.
No dudéis en prestarme,
que fielmente prometo
pagaros con ganancias,
por el nombre que tengo"
La codiciosa Hormiga
respondió con denuedo,
ocultando a la espalda
las llaves del granero:
"¡Yo prestar lo que gano
con un trabajo inmenso!
Dime, pues, holgazana,
¿qué has hecho en el buen tiempo?"
"Yo, dijo la Cigarra,
a todo pasajero
cantaba alegremente,
sin cesar ni un momento"
"¡Hola! ¿Con que cantabas
cuando yo andaba al remo?
Pues ahora, que yo como,
tu baila, pese a tu cuerpo"

Quiero continuarla o cambiar el final, lo cierto es que la cigarra habiendo aprendido el valor del trabajo y del acopio, dejó su guitarra, abandonó sus prácticas danzarinas y se dedicó a ser una trabajadora más en el hormiguero.
Promediando el verano y en función de ciertas inquietudes que reinaban en la aldea, las hormigas recurrieron a los servicios de la muy afamada consultora Formiconsulting y asociados. Los cuales confirmaron gracias a la comparación con las estadísticas de años anteriores que efectivamente había mermado fuertemente la producción de alimentos para el invierno.
Luego de un concienzudo análisis en el cual no faltaron grupos motivacionales y otros recursos diagnósticos llegaron a la conclusión que semejante merma se debía a que las hormigas estaban aburridas y desmotivadas por la falta de la música y la danza de la cigarra que tanto les alegraba el trabajo.
MORALEJA: todos los seres vivos tenemos un derecho y una razón para vivir, y pretender que todos debemos comportarnos de acuerdo a las leyes preestablecidas que no contemplan las singularidades es simplemente abusivo. Y condena no solo a quien castigamos por ser diferentes como a la cigarra sino a toda la comunidad de la que somos parte como las hormigas.

LOS SABORES DE LA VIDA
Dice un amigo mío, que la vida merece ser saboreada o lo que es lo mismo la vida es para ser saboreada y esto quiere decir probar y permanecer en los diversos sabores que la vida nos ofrece dulces o amargos,
Querría ahora leerles para finalizar un pequeño texto de Eduardo Galeano, antes de presentarles una especie de video clip entre dulce y amargo que he construido para abrir estas cuestiones con ustedes. Para después poder compartir como ha resultado para ustedes y abrir el juego a nuestras resonancias, nuestros acuerdos y nuestros desacuerdos.
Dr. Claudio Rud
claudio@casabierta.com Noviembre 2004- Islas Baleares